Aún no soy capaz de asumir que se haya ido una gran parte de mí. Fuiste el mejor regalo que me dió la vida hace 14 años. Recuerdo el día que llegaste a nuestras vidas como si fuese hoy, no me cansaba de mirarte y de sonreír...
Estabas siempre que me hacías falta, vives en cada latido mío, fuiste la eterna compañía que me daba la vida, único, especial... un sueño hecho realidad.
Prometí cuidarte siempre, quise no rendirme hasta tu último día, pero las fuerzas te impedían seguir adelante. Daría lo que fuera por parar el tiempo y retroceder a todo lo vivido juntos. Siento que tus 14 años se han pasado volando, sin enterarme.
Eres un rayo de luz, el viento en la tormenta, el fuego que te quema y te calienta, cambiaste mi vida, contigo me sentía fuerte, nada era imposible si te tenía cerca. En cada movimiento tuyo me dabas calma y alegría.
Gracias por habernos entregado tanto amor, un amor incondicional. Nunca podremos olvidarnos de ti. Ahora estás en el arcoíris y te has reencontrado con Venus, cuídala como hiciste siempre. Noa te echa mucho de menos, no puede dormir desde que no estás, siempre fué tu gran amor. Te estaremos eternamente agradecidos, porque junto a ella nos diste la oportunidad de conocer unos bebés hermosos de Shih Tzu, no tengo palabras suficientes para describir lo que siento en estos momentos.
Algún día volveremos a estar juntos. Hoy brilla una estrella más en el cielo...
D.E.P. mi chiquitín... por siempre te amaremos y nunca te olvidaremos.
Megui & Míriam. |